Kingsman es una comedia de espías muy al estilo de James Bond, que sabiendo que es una película de espías, va completamente con la idea incluyendo a Samuel L. Jackson como villano, muertes y peleas exageradamente divertidas, y un conflicto a nivel global fuera de proporciones.
A diferencia de las películas de Bond, seguimos a Eggsy en su proceso de convertirse en un Kingsman, una sociedad secreta independiente de espías, muy al estilo de Men in Black.
Aunque la parte en la que Eggsy compite por convertirse en espía no fue muy interesante pues ya la hemos visto en otras películas, el conflicto principal de la historia, la forma en la que se desarrolla y principalmente las actuaciones de Samuel L. Jackson y Colin Firth hacen de Kingsman una excelente película y la mejor en lo que va del año.
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